Hay numerosas claves en la movilidad eléctrica. Todos los componentes involucrados en un sistema de movilidad basado en automóviles, como se describió anteriormente, son suministrados por una serie de actores involucrados en una relación complementaria a largo plazo.
La transición a la movilidad eléctrica concierne sobre todo al suministro de energía y su distribución local a los usuarios, con una densa red de puntos de recarga. Las autoridades están en una posición sólida para fomentar la coordinación y la cooperación entre diferentes proveedores.
Accesibilidad: Para absorber los costes adicionales de adquisición a través del ahorro energético, la condición imprescindible es que el vehículo se utilice para recorrer distancias importantes, generalmente superiores a 20.000 km al año, con estrictas limitaciones en términos de autonomía.
Esta condición se puede cumplir mediante un uso individual intensivo, o compartiendo el vehículo entre diferentes usuarios por periodos de alquiler variables (desde muy cortos hasta largos). Una solución complementaria sería reducir los costes de adquisición reduciendo el coste y mejorando el rendimiento de las baterías.
Por lo tanto, a largo plazo, la comunidad puede promover el desarrollo de la movilidad eléctrica asegurando la disponibilidad y estimulando el progreso técnico. También puede actuar en el corto plazo, a través de diversas disposiciones que promuevan la tenencia y uso de vehículos eléctricos: incentivos fiscales a la compra y tenencia, precios más bajos de uso o estacionamiento, disposiciones ventajosas de estacionamiento, etc.
Este tipo de disposiciones se aplicaría en una fase transitoria, hasta que la difusión de los vehículos eléctricos alcance la masa crítica necesaria para generar economías de escala en la producción de vehículos y componentes.
Temas asociados: Finalmente, el desarrollo de la movilidad eléctrica está íntimamente ligado a la producción de energía y la producción industrial, dos temas estratégicos para la comunidad. La presencia de un gran número de vehículos eléctricos en las carreteras requeriría un aumento significativo de la producción eléctrica, utilizando fuentes verdes para asegurar un impacto positivo en el medio ambiente.
Al mismo tiempo, las baterías se convertirían efectivamente en pequeños depósitos que podrían suavizar la producción de electricidad a lo largo del tiempo, con posibles ganancias económicas para el titular de la batería. En cuanto a la producción industrial de vehículos eléctricos, en muchos países industrializados, la industria automotriz juega un papel importante en la creación de empleo y valor.
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