Para comprender mejor la posibilidad de éxito en el mercado de la micromovilidad eléctrica, es esencial comenzar describiendo y discutiendo las tendencias actuales de sus dos innovaciones «principales» dentro del sistema de transporte, EVs y micro-movilidad, que tienen éxito a pesar de lo mencionado anteriormente.
Los vehículos eléctricos son actualmente cuatro veces más eficientes energéticamente que los vehículos con motor de combustión interna (ICEV) y representan una opción tecnológica importante para la descarbonización en el transporte.
Además de ofrecer una solución a muchos de los desafíos inherentes a los ICEV, los vehículos eléctricos también alivian los problemas relacionados con la contaminación del aire local, el cambio climático, la contaminación acústica, la dependencia del petróleo y los problemas de seguridad energética.
Los vehículos eléctricos podrían ser más amigables con el medio ambiente, pero los críticos apuntan a la posibilidad de que los cambios en esta tecnología puedan aumentar el uso y la propiedad de automóviles, aumentando la gravedad de la congestión y los problemas de espacio.
Curiosamente, los modelos de vehículos eléctricos varían en tamaño, y los vehículos más pequeños usan baterías más pequeñas. Estas baterías más pequeñas tienen muchas ventajas: i) mayor eficiencia, es decir, mayores relaciones de combustible a potencia, ii) menores costos y iii) menores impactos ecológicos.
Esta relación directa entre el tamaño del modelo y las emisiones respalda el imperativo de desarrollar tecnologías de transporte a menor escala, lo que justifica una transición a tecnologías conocidas colectivamente como micromovilidad.
La micromovilidad se refiere a cualquier vehículo personal que puede transportar uno o dos pasajeros y normalmente funciona con baterías, incluidas bicicletas, scooters, hoverboards y micro-EV [50]. Los beneficios de la micromovilidad también están relacionados con su pequeño tamaño, por lo que abordan una variedad de problemas de transporte, como el estacionamiento y la congestión.
Las tecnologías de micromovilidad son soluciones respetuosas con el medio ambiente que siguen siendo socialmente inclusivas y abordan cuestiones como el problema de la primera y la última milla, en parte debido a su pequeño tamaño y la personalización del consumidor. Las estimaciones del potencial de las tecnologías de micromovilidad concluyen que para 2028 habrá un mercado valorado en más de US$41 mil millones.
Además, las soluciones de micromovilidad son mucho más económicas que todas las demás opciones de transporte. Si bien el tamaño pequeño de la tecnología de micromovilidad tiene muchas ventajas, la principal desventaja para el consumidor es su poder limitado y la consiguiente incapacidad para viajar distancias más largas en comparación con los ICEV.
Sin embargo, la investigación y el desarrollo actuales de estas tecnologías apuntan cada vez más a cerrar esta brecha. De hecho, una tecnología de micromovilidad que mantiene la capacidad de viajar una distancia relativamente larga es el micro-EV.
Los micro-EV son un subconjunto de los EV y la micromovilidad: una innovación que tiene como objetivo resolver los problemas de urbanización actuales y futuros. La tecnología consiste en un pequeño automóvil eléctrico con uno o dos asientos, que funciona con un sistema de batería similar, pero más pequeño, en comparación con su vehículo principal más grande.
Los Micro-EV también tienen un tamaño más compacto, ya que la mayoría de ellos están construidos con fibra de carbono con cuerpos de biocompuestos. Por lo tanto, son más pequeños y livianos que sus contrapartes estándar y se describen como «ideales para conducir en la ciudad».
Además, su pequeño tamaño significa que se requieren menos recursos para construir la batería y el impacto de la eliminación al final de su vida útil es casi insignificante. Además, el pequeño tamaño de los micro-EV limita su velocidad máxima, lo que los hace menos peligrosos que otros vehículos de carretera y los exime de ciertos requisitos de prueba de choque. En algunos países, como China, no se requiere licencia ni seguro para operar, lo que enfatiza su facilidad de uso y conveniencia.