El sector de la movilidad eléctrica es un área clave para el progreso sostenible en la lucha contra la crisis climática. Se necesitan reflexiones y nuevas direcciones para promover una transición de movilidad.

Los debates en torno a la prohibición de los motores de combustión muestran claramente tanto la voluntad de cambio como los obstáculos que nos impiden hacerlo. La transición de la movilidad debe acelerarse y llevar la innovación a la carretera. Mientras tanto, las preguntas sobre los nuevos conceptos de movilidad y la obtención de financiación de la infraestructura siguen en el aire.

Movilidad eléctrica es un área clave para el progreso sostenible
Movilidad eléctrica es un área clave para el progreso sostenible

En términos de movilidad, ¿dónde queremos estar en 2040 y cómo llegamos allí? Estas son preguntas cruciales para la sociedad, porque el futuro de la movilidad es importante para todos. La movilidad afecta la vida de cada individuo. La tarificación de la movilidad es una solución clave del concepto de movilidad sostenible que funciona principalmente en tres áreas: gestión del tráfico, financiación de infraestructuras y beneficios climáticos.

Precio: Evite-Shift-Upgrade. Según los expertos, los cambios necesarios en el comportamiento de la movilidad se pueden resumir en «evitar», «cambiar» y «mejorar»: evitar o reducir los viajes, cambiar a modos de transporte más eficientes energéticamente, mejorar la eficiencia a través de la tecnología y gestión de vehículos

Para impulsar este cambio, los formuladores de políticas necesitan herramientas para crear sistemas de gestión digital e incentivos monetarios. La gestión de la movilidad sostenible tiene en cuenta las diferentes necesidades de las personas y las comunidades, premia el comportamiento respetuoso con el medio ambiente y se centra en los beneficios del individuo.

Los precios de la movilidad juegan un papel central aquí. La tarificación vial permite el control digital del tráfico, por ejemplo, al influir en la elección de la ruta o la hora de salida con sistemas dinámicos de tarificación que pueden, entre otras cosas, tener en cuenta la congestión en tiempo real en la tarifa.

En combinación con plataformas de movilidad que vinculen a la perfección servicios de transporte previamente separados en una sola fuente, se pueden otorgar incentivos para la elección del transporte (por ejemplo, transporte público versus automóvil).

Los esquemas de precios también pueden alentar a las personas a comprar vehículos más eficientes en combustible y de bajas emisiones ofreciéndoles tarifas preferenciales, por ejemplo.