Descubre las oportunidades en logística urbana y de última milla. La logística urbana y de última milla ofrece oportunidades de diversificación para los inversores más allá de la electrificación de los vehículos de reparto.
Muchas empresas creen que lograr una logística urbana sostenible se trata de convertir su flota de camiones de reparto de vehículos de combustión interna en vehículos eléctricos, ignorando que los consumidores de hoy no solo exigen menos contaminación de las empresas, sino también mejores ciudades para vivir, donde las carreteras en las que circulan no se estropean, tienen que pasar varias horas en el tráfico, donde las motos repartidoras no cumplen con las normas de tránsito por su premisa de entrega, en fin, donde el bienestar individual no está por encima del bienestar social.
Hoy nos hemos dado cuenta que no todo se puede hacer en China y donde hay que desarrollar cadenas que aguanten las sucesivas crisis, donde pasamos del justo a tiempo al por si acaso, lo que significa que tenemos stocks y proveedores cercanos, para ello necesitamos ubicar los centros logísticos y de distribución mucho más centralizados, donde es importante conocer y adaptarse a las ciudades para lograr una logística urbana sostenible, responsable, eficiente y rentable.
Como podemos ver, el mundo actual no solo nos exige convertir nuestra flota de vehículos de reparto ICE a vehículos eléctricos, ya que reducir nuestra flota de vehículos eléctricos también tendría impactos negativos en la red vial urbana y, por lo tanto, en la vida de las personas. cultura corporativa orientada a la consecución de un modelo sostenible.
Si tomamos como ejemplo una ciudad de América Latina, tal vez como la ciudad de Lima, vemos que en muchos casos la ubicación de sus centros de distribución, preparación de pedidos y oficinas de comercio electrónico es de hasta 60 km de la ciudad, donde el realidad de una ciudad de más de 10 millones de personas y su escasa infraestructura vial urbana.
Poder conseguir cambiar esa infraestructura para llevar a cabo una logística sostenible de última milla es sumamente urgente si solo nos enfocáramos en convertir nuestra flota de entrega de ICE a una eléctrica, lograríamos poco o nada ya que colapsando las vías la convertiríamos en una ciudad poco atractiva para vivir.
Está claro que el futuro pertenece a una buena gestión de la distribución, donde los minoristas puedan recurrir a múltiples puntos de distribución para un mismo producto, desde hubs o microhubs en la ciudad de su área metropolitana hasta modalidades como la recogida en armarios, pero de eso se trata. Por esta razón, es necesario tomar conciencia de la importancia de los Centros de Consolidación Urbana, donde nos permite lograr una gestión común de rutas para reducir los “kilómetros vacíos” y así mejorar la competitividad.
De esta manera, tendremos una última milla más automatizada, robótica, digital, más análisis de datos, con más inteligencia artificial para derivar y optimizar patrones, mejor coordinada entre microcentros logísticos repartidos por el tejido urbano, y con muchos más puntos de servicio por nuestra parte o de tercero. Hoy en día existe una clara necesidad de concienciar a los consumidores sobre el impacto de los diferentes modelos de consumo y servicio.