Las acciones nacionales y locales para apoyar y fomentar el despliegue de vehículos eléctricos varían según los países europeos. Es ijmportante la labor de las administraciones públicas para ayudar a conseguir la sostenibilidad y la eficiencia medioambiental.
Este artículo evalúa la adopción y las políticas de vehículos eléctricos para 15 áreas metropolitanas: Ámsterdam, Berlín, Birmingham, Bruselas, Copenhague, Hamburgo, Helsinki, Londres, Madrid, Oslo, París, Róterdam-La Haya, Estocolmo, Viena y Zúrich. El análisis se centra en los efectos de los incentivos, la infraestructura de carga y la disponibilidad de modelos en la adopción de vehículos eléctricos.
La mayoría de los mercados con una alta adopción de EV han adoptado políticas que abordan las barreras actuales de los consumidores a la asequibilidad, la conveniencia y la conciencia. Londres, Oslo y Estocolmo han implementado al menos 15 acciones de promoción cada una a nivel de ciudad y nacional.
Las áreas clave de acción incluyen incentivos financieros para cerrar la brecha de costos entre los automóviles eléctricos y convencionales; programas de despliegue de infraestructura de carga; y campañas de información para concienciar y aumentar la visibilidad de los vehículos eléctricos disponibles y sus beneficios.
Los subsidios de compra únicos nacionales y locales y las exenciones fiscales nacionales anuales sobre el registro y la operación de vehículos son comunes donde las cuotas de electricidad son altas, por ejemplo, en Amsterdam, Oslo y Rotterdam-La Haya. Por el contrario, los mercados que en gran medida no han abordado las barreras de precios para comprar un automóvil o el impuesto anual a la propiedad, como Bruselas y Madrid, generalmente ven una adopción eléctrica más lenta.

Las políticas adicionales, como los descuentos o exenciones en las tarifas de estacionamiento o los permisos de estacionamiento, la carga de vehículos eléctricos, los peajes en las carreteras y los cargos por congestión, pueden ser instrumentos poderosos a nivel local para complementar las políticas nacionales y brindar beneficios de costos adicionales a los conductores de vehículos eléctricos.
Amsterdam, Oslo, Estocolmo y Rotterdam-La Haya han construido densas redes de estaciones de carga públicas. Además, cuentan con varios programas locales y nacionales que respaldan la carga en el hogar y el lugar de trabajo.
En mercados como Hamburgo y Copenhague con una red densa de infraestructura de carga pública pero una adopción más lenta de vehículos eléctricos, pueden ser necesarias políticas locales adicionales para apoyar la infraestructura de carga en el hogar, el lugar de trabajo y en la acera, especialmente a medida que el mercado se expande a aquellos sin carga doméstica dedicada.